Un empresario de Mississippi (sur de EEUU) deberá pagar 754.500 dólares de indemnización al primer marido de su mujer, en virtud de una antigua ley cuya constitucionalidad la Corte Suprema se negó a examinar.
La ley (aún en vigor en media docena de Estados estadounidenses aunque es raramente aplicada) establece que la 'pérdida afectiva' infligida a un marido por un nuevo seductor debe ser compensada en efectivo.
Johnny y Sandra Valentine se casaron en 1993. En 1997 Sandra empezó a trabajar para Jerry Fitch, que se había enriquecido en el mercado inmobiliario y en el petrolero.Cuando dos años más tarde Sandra tuvo a un bebé, rápidamente fue evidente que la niña era hija de Jerry, no de Johnny.
En el divorcio -en el que reconoció el adulterio- Sandra obtuvo la custodia de la niña, una pensión alimenticia y la casa de la pareja.
Entonces, Valentine, de profesión fontanero, demandó a Fitch.
En abril de 2005, un jurado reconoció que el divorcio representó para el plomero 'la pérdida de compañía, amor, afecto, apoyo y relaciones sexuales', y ordenó al empresario pagarle 754.500 dólares para indemnizarlo.
La Corte Suprema se negó el lunes a revisar el caso, haciendo definitiva la condena.
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